La obra, cuyo coste podría ascender a 6.800 millones de dólares, tiene entre sus detractores a la esposa del primer ministro nipón. Aunque un
muro amortigua el impacto de un tsunami ofrece una sensación de falsa seguridad que podría resultar contraproducente
Un mal necesario. Así define Japón al muro anti-tsunamis de cemento,
12,5 metros de altura y una extensión de más de 400 kilómetros que Tokio
proyecta construir. El gobierno japonés pretende así evitar maremotos como
el de marzo de 2011 -provocado por un seísmo de magnitud 9 en la escala
Richter en el Oceáno Pacífico- que segó 19.000 vidas, arrasó
localidades costeras y desató el pánico atómico en la planta nuclear de
Fukushima.
La 'muralla japonesa', cuyo coste podría ascender a
los 6.800 millones de dólares, se alzaría sobre la costa noreste del
país del Sol Naciente después de una obra que podría prolongarse durante
dos años y dar trabajo
a miles de personas.
Desde un
punto de vista ecologista, los detractores del muro argumentan que una
obra así no sólo arruinaría el paisaje sino que afectaría gravemente
sobre los ecosistemas marinos y a la industria
pesquera. Asimismo, aunque los expertos reconocen que una estructura de
estas características amortiguaría la potencia del impacto de un tsunami, la sensación de falsa seguridad que genera en la
población podría resultar contraproducente y también se ha criticado que el mantenimiento de esta muralla sea excesivamente caro.
Precedentes en el país del Sol Naciente
Encontramos en Japón dos precedentes antagónicos en cuanto a
la eficacia de estas estructuras anti-tsunami se refiere. De este modo,
encontramos el caso de Fudai, cuyo alcalde se empeñó en construir un muro de estas características. El
proyecto iniciado
en los años 70 recibió fuertes críticas en su momento por ser "un gasto
innecesario". Sin embargo, mantuvo la ciudad en pie ante el azote del
tsunami en 2011.
En Kamaishi, por el contrario, encontramos el caso opuesto. Tres décadas de trabajo y una inversión de 1.600 millones de dólares no fueron suficientes para detener el mismo maremoto que arrasó con la ciudad a su paso.
Comentario: En nuestra opinión pensamos que la construcción de este muro es un tanto innecesaria, ya que en algunos casos se ha gastado mucho dinero y no ha servido para frenar el tsunami. Además, su construcción afecta a los ecosistemas marinos de la zona.
https://www.lagranepoca.com/archivo/36232-tokio-proyecta-una-muralla-japonesa-anti-tsunamis-400-kilometros.html
Fecha: 26/03/15
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