La recuperación de cadáveres está en manos de pobladores locales.

 El comandante Garijo llegó hasta Nepal hace diez días con su unidad de rescate, se encontró con una gigantesca lengua de tierra y piedras. “No existe el pueblo, lo ha sepultado, sólo queda una casa en pie que protegió una enorme roca”. Lo siguiente fue acercarse hasta el lugar donde los pobladores que sobrevivieron al desastre agrupaban los cadáveres que encontraban entre los restos de la avalancha, provocada por el terremoto que se cebó con esa zona del país el pasado 25 de abril. Allí estaba el cuerpo de la senderista catalana Roser Palau, a quien reconocieron gracias a una fotografía.

Han realizado 12 operaciones aéreas, tres de ayuda humanitaria, trasladado a seis niños nepalíes, recuperado 25 cuerpos… Pero pronto se percataron de que su misión, que era tratar de encontrar a los seis españoles que continúan desaparecidos. Abandonaron la búsqueda. Garijo habló personalmente con todas las familias de los desaparecidos y trató de explicarles la situación.
“Aquí se ha caído un glaciar y estamos hablando de las montañas más grandes del mundo”, relata. “La magnitud de la catástrofe es inabarcable, estamos hablando de una avalancha de hielo, nieve, barro, piedras, y todo lo que ha podido arrastrar y esto es Nepal, no España”.
El equipo de la policia científica española sigue allí junto a un agregado del Ministerio del Interior, para las identificaciones de los cuerpos. Fuentes policiales confirmaron que afortunadamente no habían sufrido daños y se encontraban a salvo tras el segundo terremoto.

Realizado por:

Javier Martínez Mayol y Jose Manuel Noguera

13/05/2015
Link: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/12/actualidad/1431457497_573235.html